miércoles, 7 de noviembre de 2012

El Tiempo...


 
Es curioso ver como todo pasa ante tus ojos en un segundo. Un giro inesperado  de la situación, otra vertiente, otra perspectiva y, de repente, toda tu realidad cambia, en un segundo y el tiempo se desvanece.

Un segundo es suficiente para darte cuenta de los más pequeños detalles, de las anomalías y defectos de los que te rodean.  Se dice que se tarda 8 millonésimas de segundo en “transportar”, la imagen que vemos, de los ojos al cerebro. Por ende, podemos deducir que se tarda 1 o 2 segundos en analizar a alguien, en crear una impresión mental de esa persona, en realizar un engrama y hacer que esa persona se quede en nuestra memoria para siempre, aunque no lo recordemos y no seamos conscientes de ello.

No paramos de general recuerdos, todo es relativo, incluso el tiempo y conforme estoy escribiendo estas líneas lo que es presente pasa a ser pasado y el futuro presente y, así, sucesivamente. Y cuando algo nos atormenta, en un solo pensamiento, lo hacemos pasar al pasado presente y futuro de nuestros, anhelos y desdichas.

¿Cuándo dejamos de intentar construir castillos de arena por encima de nuestras cabezas? ¿Cuándo dejamos de soñar? ¿Cuándo empezó a ser la vida tan aburrida y predecible?

¿Cuándo empezamos a aburrirnos de vivir?
¿Cuándo empezamos a temer a la vida?

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