Una vez, cuando era pequeña, una profesora me dijo: “De lo que sueñes ser, de lo que quieras ser, llegarás a la mitad, así que sueña Yolanda, sueña todo lo que quieras, porque así lo que consigas, si bien no será tan emocionante como el sueño, será fantástico...más de lo que mucho podrían haber imaginado”
Apliqué esto durante los primeros años de mi vida, fijándome metas que creía imposibles y que poco a poco se fueron haciendo realidad, hasta que, más o menos a la entrada de la Universidad, mi forma de pensar y ver las cosas cambió de repente, llegué a eso que llaman "la madurez"( aunque siga en ella y esté muy lejos de encontrar la "edad adulta"). Y, si bien cuando eres niño crees que madurar será fantástico, me encontré en un mundo de dudas y preocupaciones que, vistas desde fuera y desde mi antigua mente infantil, hubieran sido superfluas. Pero ahora era un proyecto de persona adulta y tenía que "hacer frente a la realidad, "poner los pies en el suelo" y dejar de "vivir en los mundos de yupii", renunciar a lo que siempre había soñado y, como cualquier mortal, lo hice.
Para mi sorpresa el mundo no fue mejor, si no que cada vez se sumó más gente a esa gran masa de personas "realistas", que cada vez que tenía una idea que me recordaba a mi antiguo yo, me decían que era una soñadora y que así no conseguiría nada...encontré de todo en el camino, y en concreto a alguien peculiar.
Una persona fatalista por naturaleza, que nunca quería soñar y que casi nunca salía de su zona de confort o aprendizaje y, tal y como vino, desapareció, como un soplo de aire fresco, me enseñó de la vida, de la tristeza y de la realidad...yo no estaba preparada para tanta realidad y no lo entendí del todo...
Ahora, visto con perspectiva entiendo mucho más, mucho...Y con el video lo entiendes mejor. Siempre he soñado, siempre me he puesto metas lejanas...pero aun así, nunca había llegado a darme cuenta de que en determinados aspectos de mi vida no dejaba mi zona de confort, y tenía miedo a arriesgarme, a soñar y a imaginar y tú, querido amigo, también lo tenías. Tenías miedo a pensar en lo imposible, a sentir de otra manera y perder lo que conocías. Perder tu libertad, tu forma de hacer las cosas, de vivir...dejar de ser tu mismo. Ni tú ni yo lo entendimos, pues era un aprendizaje, un desarrollo y con él debíamos haber aprendido que, tal vez, al salir de la zona de corfort encontraríamos lo más reconfortante que habíamos conocido....Hubo un tiempo en el que lo sentimos, pareció un instante, un segundo, que se evaporó por lo etéreo de su forma...pero fue maravilloso...
Yo soñaré, dejaré mi zona de confor y me lanzaré al vacío, sólo así encuentras lo que buscas...aunque nunca hubieras pensado que sería eso, ni que lo sentirías de aquella forma tan diferente y tan peculiar, al fin y al cabo, especial, distinta a todo lo que habías conocido.
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